Entrevista con nuestro director general publicada el Domingo 26 de junio de 2016 en la revista "Otro Rumbo". Disfruten
Cuando a este cronista le comunicaron que
se encontraría con el director general de Judíos Unidos por Guinea Ecuatorial o
JUGE por sus siglas, la confusión y la desconfianza reino en su cabeza. Primero,
tuvo que buscar que es Guinea Ecuatorial para encontrarse con uno de los países
más ricos y pobres del planeta enclavado en el borde occidental de la áfrica
subsahariana. Luego, trato de figurar porque rayos judíos de todo el mundo se unirían
en pos de ese decrepito y olvidado país. Claro que, tarde o temprano lo averiguaría
en la candente entrevista que les presento a continuación en el Dossier
especial de la revista “Otro Rumbo”
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En el segundo piso de un modesto edificio
de viviendas y sin ascensor, en las afueras de Tel Aviv, se encuentran las
oficinas de esta curiosa organización judía de beneficencia que, a diferencia
de las muchas otras instituciones de ayuda social judías, el objeto de la misma
no son los judíos, sino morenos ciudadanos de un pequeño país africano.
El director general, Brian Singer, a tono con la moda
veraniega israelí, me recibe en sandalias, short y remera batik verde
fluorescente con prismas violetas, que luego me confesaría que la usa para no
olvidar la psicodelia africana que lo mueve adelante en los momentos más difíciles.
Seguidamente, y sin secretaria de por medio,
el director me invita a sentarme en su oficina que también hace las veces de habitación
nocturna y de salón, no sin antes ofrecerme un vasito de guaraná antártica. “Si
vamos a hablar de áfrica, mejor que entremos en clima” dice con una sonrisa
afable mientras toma un sorbo de su vaso y apaga el aire acondicionado.
Sin esperar a que abra la escueta libreta
de periodista y dé comienzo formal a la entrevista, el director se me adelanta
y asevera: “las condiciones de vida en Guinea Ecuatorial son paupérrimas, la
gran mayoría de la población no tiene acceso al agua potable ni a cloacas.
Viven en la inmundicia, en chabolas entre calles de tierra que se inundan de
heces cuando llueve -y en guinea llueve mucho- mientras que los gobernantes
tienen villas con piletas semi-olimpicas, coches de lujo y banquetes oprobiosos
a costa de un pueblo hambreado” Contundente.
Y continúa ensimismado, como si yo no
existiera o al menos como si supiese que mi celular graba cada palabra que sale
de su boca: “Es una verdadera vergüenza que el mundo permanezca indiferente
ante el sufrimiento de un pueblo inocente, ante un dictador que lleva más de 35
años oprimiendo y violando los derechos humanos de más de 2 millones de
personas de manera sistemática y perversa”
Entonces… -le pregunto- ¿se podría decir
que te cansaste de tanta indiferencia y apatía y decidiste hacer algo?
Algo así. No te olvides que soy judío
y los judíos tenemos un mandamiento divino de reparar al mundo, de mejorarlo. (Se refiere al concepto de Tikkun Olam) No podemos quedarnos quietos
ante una injusticia, sino que tenemos el deber moral de enmendarla. Constantemente
buscamos como poder ayudar a la gente a estar mejor, porque al fin y al cabo
somos todos hermanos de un mismo padre (aquí se detiene y señala con el
pulgar hacia arriba, como queriendo indicar algo, tal vez sea el padre dios o
las manchas de humedad del techo que empiezan a desprender una viscosa
sustancia sobre el escritorio)
¿y porque justo Guinea Ecuatorial? ¿acaso
no hay causas más cercanas a uno en el propio país que vive?
Permítame que reformule su pregunta.
A mi parecer ¿Por qué no Guinea Ecuatorial? es la pregunta correcta y ello por
dos razones: una porque somos judíos y nos encanta responder a preguntas con
otras preguntas y la otra, porque en ese país ocurren cosas tan horribles y
espantosas que justifican nuestra atención (y acción) y de ultima, nos impiden
permanecer indiferentes.
¿Qué cosas suceden allí?
Para empezar, en un país que en sus
45 años de independencia no gozo ni un solo día de democracia, nada bueno puede
suceder allí. En el orden político, los “suicidios” de opositores al régimen
son cosa de todos los días. Los servicios de inteligencia del gobierno destrozan
toda pizca de pensamiento independiente o critica al régimen. Socialmente, la población
es una de las más pobres, analfabetas y desnutridas del mundo, mientras que económicamente
Guinea pasa por una época de oro, con miles de millones de dólares que ingresan
cada año en concepto de regalías por su petróleo, pero que son dilapidados en
los lujos de la casta gobernante.
En mi país (Argentina) dicen que cada
pueblo tiene los políticos que se merece… ¿está de acuerdo con ello?
No podría estar más en desacuerdo.
Tanto en general como en el caso de Guinea Ecuatorial en particular. Los políticos
usurparon el poder de las manos del pueblo y lo usaron para oprimirlo y incrustarse
en el poder. Miremos el caso de Teodoro Obiang Nguema, el actual presidente
vitalicio de Guinea, quien derroco a su propio tío (otro dictador) y se
mantiene por 35 años en el sillón presidencial. Nadie en su sano juicio podría merecer
tal castigo por tanto tiempo. Los ecuatoguineanos no conocen lo que es vivir en
un país normal donde los políticos sean funcionarios públicos al servicio del
pueblo y no al servicio de sus propios bolsillos.
Cuénteme un poco más de Teodoro Obiang
Nguema, recuerdo haberlo visto en una foto con Obama y su mujer Michelle hace
no mucho tiempo…
Conozco la foto y me hubiera causado repulsión
si creería que Obama tuvo alguna vez algún reparo moral de fotografiarse, y de
paso legitimar, a dictadores soeces. Pero como evidentemente no lo tiene, y se
reverencia ante personajes como el rey Abdulla de Arabia Saudita, país que
latiga a turistas por tener una biblia en el hotel o lapida a mujeres por manejar
automóviles, ya nada me sorprende de Hussein Obama.
Respecto a Teodoro le puedo confesar
que estamos ante un verdadero, permítame el animalismo, dinosaurio por su ferocidad,
resistencia y astucia. Ferocidad para combatir a sus enemigos políticos,
internos y externos. No nos olvidemos que Africa es un continente donde las
revoluciones y las deposiciones de gobiernos suceden a con una frecuencia
extraordinaria. Resistencia para vadear a las palidas criticas de la comunidad
internacional y astucia para utilizar al petróleo como salvador y redimidor de
todas las barbaridades que cometio. Parace que un dictador asesino
multimillonario deja de ser dictador y asesino y pasa a ser un estadista con
mano dura.
Su tarea es contra alguien poderoso… ¿sintió
miedo alguna vez?
Si. A veces el miedo pica y
transfunde un veneno paralizante, pero pienso en africa, en su psicodelia y en
los chicos y las chicas de Guinea Ecuatorial que merecen un mejor futuro, en
las madres que quieren trabajar dignamente y los padres que quieren influir en
el destino de su país y no pueden. Ese es mi antídoto contra el veneno del
miedo. Ahora en un plano menos poético, el régimen de Obiang ha contratado a
sicarios para que asesinen a testigos claves en juicios internacionales contra
la corrupción y la dilapidación de dineros públicos del régimen.
Pasemos ahora a JUGE… ¿está contento
con su desempeño?
Le confiezo que al principio fue difícil
pero ahora estamos trabajando en una cantidad de frentes que nos enorgullecen y
gratifican. Tenemos al equipo internacional de demandas legales evaluando la presentación
de demandas de daños y perjuicios contra el gobierno de guinea ecuatorial por
apremios ilegales (se refiere a las
torturas) contra opositores y ante tribunales de arbitraje por
expropiaciones ilegales.
Asimismo, nuestro equipo de
diplomacia pública y publicidad trabaja a contra reloj para llevar las voces y
las necesidades de los ecuatoguineanos a un plano central de la opinión pública.
Hace no mucho tiempo consiguieron el apoyo del cantante judío norteamericano,
Matitiahu
¿Muchos judíos los apoyan?
Creemos que todo judío, y toda
persona de bien, debería apoyarnos sin importar mucho se nexo con la religión judía.
Sin embargo nuestro desafío es hacernos conocer y escuchar. Por eso permítame agradecerle
su tiempo y deferencia por acercarse hasta Tel Aviv para entrevistarme.
La despedida fue suave y sincera. Como
todo hombre ocupado me dio a entender que mi tiempo se había acabado y me
indico donde se encontraba la salida. Sin duda me voy con un gustito de
esperanza en la garganta. ¿sabrán los ecuatoguineanos que un quijote judío e israelí
está en campaña para redimirlos? ¿habré entrevistado a uno de los 36 justos con
los que dios sostiene al mundo? Hasta la próxima entrevista. Suyo, Daniel
Pandolfo